4-4: ¡Qué locura de partido!
El Almería no puede pasar del empate en su estreno liguero, y eso que tras encajar el 0-1 a los 50 segundos pudo encarrilar la confrontación con claras ocasiones y con momentos de buen fútbol. Pero ni haciendo cuatro goles los puntos se quedaron en casa
Una locura, una auténtica locura, fue el partido que jugó el Almería frente al Albacete Balompié en la primera jornada de Liga. Ocho goles, 113 minutos de encuentro con un calor sofocante y un marcador imposible de controlar. Los rojiblancos pudieron perder, pero también debieron ganar; al final se tuvieron que conformar con un empate y eso que marcaron cuatro goles... los mismos que encajaron, una situación que ya se vivió la pasada temporada. Menos mal que esto no ha hecho nada más que comenzar y se pondrá remedio… ¿no?
Rubi puso en liza un once con carácter continuista; de hecho, jugaron siete futbolistas de la pasada campaña, tres de los nuevos fichajes y uno que estuvo cedido. Andrés Fernández ocupó la portería; la defensa fue para Marcos Luna, Chumi, Alex Muñoz y Centelles; en la medular Lopy y Selvi; por delante una línea de tres con Leo Baptistao, Arribas y Embarba, y como “9” Lázaro Vinicius.
Las cosas no se pudieron poner peor de inicio porque a los cincuenta segundos el Albacete se adelantó en el marcador (0-1) y en el minuto 5 pudo hacer el segundo. Sin embargo, en el 10 un golazo de Embarba lo cambió todo. Lanzó una falta desde unos 40 metros, un “obús”, ante el que nada pudo hacer Mariño. Fue espectacular. El Almería se vino arriba; tanto que pudo haberse ido al descanso con el partido encarrilado porque fue superior, dispuso de claras ocasiones y por momento exhibió un juego de toque, brillante, con excelentes circulaciones de balón. En el minuto 16 Arribas, tras hacer la pared con Lázaro, que se la devolvió de tacón, mandó al palo; en el 33 Leo Baptistao cabeceó fuera, por muy poco, un centro de Embarba; en el 35 de nuevo el brasileño a punto estuvo de marcar a la salida de un córner lanzado por Arribas, y en el tiempo de descuento, nueva ocasión. Sin embargo, a vestuarios con 1-1.
En el descanso Rubi hizo un cambio; dejó en la caseta a Marcos Luna, que tenía una tarjeta amarilla, y puso en liza a Chirino. A los pocos minutos de la reanudación, en 51 de partido, el Almería sí conseguiría adelantarse en el marcador. Lo hizo por medio de Lopy que, tras recibir de Embarba, envió un fuerte chut desde el borde del área que se fue al fondo de las mallas. Los indálicos pudieron poner tierra de por medio y encarrilar la confrontación porque en los minuto 56 y 57 Leo Baptistao y Adrián Embarba dispusieron de sendas oportunidades para ampliar las diferencias.
El encuentro, por entonces, transcurría con cierto equilibrio "emocional", aunque no por mucho tiempo. Cuando parecía que todo estaba más cerca del 3-1, llegaba el 2-2 y el 2-3, en sólo siete minutos (59 y 66). Increíble. Fueron dos acciones del rival por las bandas, con centros al área y remates sin oposición. Ahora sí, en medio de la locura, empataba de nuevo el Almería, que no se rendía, al materializar un penalti Sergio Arribas. 3-3, en el 81, y todavía quedaba un mundo.
En el 82, nueva acción del adversario por las alas, balón al punto de penalti y gol, 3-4. La desesperación rojiblanca se convería en un euforia cuando en el minuto 100 (se añadieron 13) otra brillante jugada en ataque suponía el 4-4, ya definitivo. Lopy mandó en largo sobre Arnau, que había salido en este segundo tiempo junto a Soko y André Horta; el catalán vio la entrada en el área de Leo Baptistao, le dio un gran servicio y el brasileño lograba el tanto que estuvo buscando durante toda la confrontación y que hacia sumar el primer punto de la temporada a los rojiblancos, que alternaron momentos muy buenos, brillantes y de calidad, con otros para trabajarlos mucho y evitar que vuelven a suceder sobre todo en el aspecto defensivo.


































