4-1: El resultado lo dice todo
El Almería sufre un duro correctivo en Castellón y sigue complicándose sus aspiraciones. El equipo se adelantó en el marcador 0-1, llegó al descanso con empate (1-1) y en el segundo tiempo fue desbordado por el rival
El Almería sigue sin ganar fuera de casa en esta segunda vuelta de la Liga, con la excepción del inicio de año, cuando se goleó en Córdoba. Desde entonces un empate en Gijón y derrotas en Albacete, La Coruña, Burgos, Eibar, Granada y ahora en Castellón, de forma muy severa. Un duro correctivo porque lejos de reaccionar, el equipo sigue fallando como visitante y complicando sus aspiraciones. El 4-1 final en el Estadio SkyLi Castalia lo dice todo.
Y eso que el Almería comenzó muy bien el encuentro. Parecía que por fin iba a cambiar la dinámica de los desplazamientos. El once tuvo dos novedades con respecto a la jornada anterior al entrar Bruno Langa en el lateral izquierdo y reforzar Rubi la medular con la presencia de Lucas Robertone. El conjunto almeriense competía bien en un complicado escenario con mucha presión ambiental y un rival muy intenso. Los indálicos sabían lo que tenían que hacer, hacían un gran trabajo para mantener a raya al Castellón con las líneas muy juntas y una entrega total de todos los jugadores, para luego en ataque salir por velocidad o manejar el balón con criterio. En la medular Lopy, Melero y Robertone, mostraban su superioridad y robaban muchos balones. Como consecuencia de ello en el minuto 18 llegaba el 0-1 con una genialidad de Nico Melamed, que dentro del área parecía que iba a poner la pelota en el segundo palo y lo que hizo fue disparar al primero sorprendiendo al portero.
El Almería no daba facilidades y se mostraba sobrio sobre el campo, pero en el minuto 30 Moyita, remataba solo en el segundo palo después de que el balón se paseara por delante de la portería. El tanto local hizo daño a los de Rubi que pasaron a ser más imprecisos aunque llegaban la descanso con el marcador de 1-1.
El segundo período fue una pesadilla. El Castellón no tardó en hacerse fuerte y en desbordar por completo a un conjunto almeriense impotente para frenar a los castellonenses. Y eso que éstos no es que lo bordaran, sino que encontraban facilidades para llegar con peligro al área de Maximiano. En el minuto 66 un centro de Cala desde la derecha lo cabeceaba al fondo de las mallas, casi sin oposición, Cámara. Era el 2-1. En el 70, Suero, que acababa de salir al campo, recibía un servicio y marcaba a placer dentro del área; donde poco después, en el 81, volvía a resolver con gran facilidad. Al final, 4-1 que lo dice todo.













































