3-1: El Almería resuelve todo en un tiempo
Los rojiblancos elevan a siete el número de partidos invictos tras ganar su segundo partido consecutivo en casa. Arribas, Alex Muñoz y Embarba fueron los goleadores
La Unión Deportiva Almería fabricó una ola en el UDA Stadium de grandes dimensiones y tres goles de renta en tan solo 45 minutos que, cosas del fútbol, acabó produciéndole una aguadilla que simplemente fue anecdótica con el tanto de la SD Eibar en la segunda parte. La trayectoria es notablemente positiva cuando, ganas por 3-1 y elevas a ocho los partidos oficiales sin perder, y quieres más.
El mes de noviembre empieza como acabó octubre, la victoria se ha instalado en la rutina rojiblanca y el viento de cola ayuda a coger impulso. Esa ráfaga, nada más empezar el partido, empujó el balón a portería en la ejecución del penalti transformado por Sergio Arribas y provocado por Álex Muñoz. El gol a favor más rápido de la temporada, minuto cuatro, ayudó en la maniobra de despegue de una nave lanzada.
Poco tiempo y, en una jugada, muchas cosas. La pelota acabó en la esquina porque Melamed acababa de rematar sin ángulo un esférico que despejó a córner Magunagoitia. Posteriormente, Álex Muñoz se fue al suelo dentro del área porque escapó de Corpas tras una pantalla fantástica de Bonini en el balón parado. Matices detrás del quinto gol de Arribas en lo que llevamos de temporada. Otra vez, y van doce partidos de Liga más el de Copa del Rey, figura al menos un tanto del Almería en el acta correspondiente.
La SD Eibar dispuso del balón, tuvo clara vocación ofensiva pero no encontró el camino del gol. Rebasado el primer cuarto de hora una buena pared entre Corpas y Rodríguez, en el costado derecho, acabó con un remate de Javi Martínez que rechazó Andrés Fernández. El guardameta sigue resolviendo con solvencia las pocas, pero claras ocasiones, que le generan. Fue la única bofetada del equipo armero con más ruido que daño.
El laboratorio rojiblanco volvió a generar la pócima del gol. Mismos instrumentos que en la apertura del marcador. Melamed sirviendo desde la misma esquina y, esta vez imparable, Álex Muñoz taladrando la meta rival con un remate de cabeza potente. Violento. Descomunal. El lateral sigue engordando el currículum vitae: a las tres asistencias que acumulaba hasta la fecha, se le suma el penalti provocado para abrir el marcador y, su primer gol con la rojiblanca, para abrir espacio en el mismo. A un tris de que los de mantenimiento tuvieran que coser las redes tras su cabezazo.
El equipo armero tocaba el balón mientras que los rojiblancos lo metían en la portería. Resultó ser Embarba quien se comió el dulce que inventó Stefan Dzódic, cuyo pase con el exterior de la bota sirvió no solo para recortar las puntas del tierno césped del UDA Stadium sino, también, para dejar al 'pichichi' frente a Jonmi. El madrileño salvó la salida del cancerbero y resolvió con suspense y precisión antes del descanso para dejar un, inédito y sorprendente, 3-0 a favor de los de Rubi.
Es en las áreas donde se miden los equipos y el Almería se mostró solvente en la propia y en la contraria. Una pegada contundente desde la que se estaba cimentando una victoria que no parecía peligrar, aunque tuvo su grieta a falta de veinte minutos para el final del partido.
Con la grada haciendo la ola, llegó la ahogadilla; pagó el Eibar con la misma moneda en el minuto 69 y desde un córner el sempiterno Arbilla se elevó dentro del área para dibujar un escorzo fantástico sobre la pelota y recortar distancias. El Almería, cuya segunda parte fue hipotensa, dejó hacer demasiado a un rival que no claudicó en ningún momento. Menos aún con esa RCP que significaba el 3-1 y muchos minutos aún por disputarse.
Afortunadamente resultó ser maquillaje porque en el 82' la vaselina de Martón en un mano a mano frente a la meta rojiblanca se marchó demasiado alto. Susto o muerte. Truco o trato.
Sucedió entonces lo que más interesaba que sucediera: nada. El Almería abrochó el resultado en un partido donde la brillantez, esta vez, dejó paso a la sobriedad. Acostumbrados a una apuesta más preciosista, a un juego más elaborado y a un ritmo más alto, pareciera más feo que válido este 3-1 que, sin duda, además de meritorio es un resultado excepcional: ningún equipo de la LIGAHYPERMOTION había logrado ganar sus dos partidos consecutivos en casa. Tampoco, ningún equipo, acumula cinco victorias y dos empates en Segunda División. Algo tendrá el agua cuando la bendicen...