3-0: El Almería hackea el sistema del Cádiz
Goleada a uno de los equipos más seguros de la categoría para sumar el quinto triunfo consecutivo en casa. Thalys se estrena como goleador y Arribas y Embarba, éste con un golazo, repiten
La UD Almería logró descerrajar el férreo candado del Cádiz CF con una goleada contundente. El triunfo, quinto consecutivo en el UDA Stadium, deja un poso mayúsculo con ocho partidos en liga sin perder y un equipo lanzado que no encuentra techo. La competitividad en cada puesto es feroz y la determinación en ataque marca la diferencia.
Salió el equipo visitante buscando el jaque pastor a pesar de mover con negras. Y es que el primer ataque rojiblanco, en el minuto dos, se convirtió en la primera ocasión del conjunto de Gaizka Garitano. De la Rosa aprovechó la caída de Chirino durante la carrera para citarse mano a mano con Andrés Fernández; el portero, con muchos tiros dados, se venció con el cuerpo a su derecha y dejó la pierna izquierda tapando el otro palo para evitar el gol del equipo amarillo. El cancerbero volvió a cerrar con llave y evitó el primer jaque del encuentro.
El balón era de ellos aunque con tenerla no es suficiente. Hay que saber jugarla. Pelayo quiso hacerlo por dentro con su centrocampista en salida de balón pero Thalys leyó la jugada. El delantero, que estrenaba titularidad, se quitó la L de prácticas y convalidó su titulación con su nuevo documento de identidad: sangre fría delante del central para que este dudara del pase sobre Arribas y, cuando se había despegado de él, un pase a la red desde la frontal. Certero. Determinante. Y oportunista. Sobresaliente en su primer examen. Thalys quiere más temario. Con Arribas a su derecha, con el propietario en el palco y con los flashes apuntándole, no se deslumbró. El brasileño abría la cuenta pisando el primer cuarto de hora y su equipo se comía la primera pieza importante del tablero.
El gol sería una inversión a medio plazo. La reacción de los amarillos fue inmediata con una doble ocasión en torno al minuto 23 de juego; un lanzamiento fuera del área de Suso de falta directa que Andrés Fernández mandó a córner y un espectacular remate de cabeza de Diarra que rozó el palo derecho. Sin gobierno rotundo, los dos equipos se amenazaban constantemente. Peones por dentro y alfiles desplegados. Partida abierta a punto de romperse.
Los rojiblancos, con hasta cuatro cambios -Centelles, Arnau, Guedes y Thalys- respecto a sus dos últimas alineaciones, fueron engrasando su estilo tan particular y tan impropio de la categoría. El despegue fue progresivo hasta que, en la última acción de la primera parte, pudo abrir brecha en el marcador. Un saque de esquina acabó en la cabeza de Bonini y el italiano, como si de un martillo frente a un clavo se tratara, remató violento con unos reflejos espectaculares de Aznar, que resolvía casi todo lo que le generaban.
Así transcurrió una primera mitad donde la tela de araña del Cádiz, que acumulaba ocho porterías a cero y visitaba Almería con la etiqueta de ser uno de los equipos más difíciles de batir, no lograba frenar a los de Rubi. Por cierto, víctima número catorce de los almeriensistas que han anotado al menos un gol en todos los partidos de LALIGAHYPERMOTION.
En el descanso el entrenador tuvo que prescindir del amonestado Lopy para dar entrada a Baba. La partida estaba en el siguiente movimiento. Y este llegó en el 62' tras un saque de esquina donde García Pascual despejó con la mano. La jugada, clara en directo, resultó ser clarísima tras la intervención del VAR. Sergio Arribas lanzó primero y falló; y Sergio Arribas lanzó después y anotó, puesto que el penalti tuvo que repetirse por invasión de área prematura de un jugador del Cádiz. El atacante demostró cabezonería y personalidad porque lejos de hacerse más pequeña la portería, rompió sus redes con el 2-0 y elevar a siete la cuenta particular de su faceta anotadora.
La obra de arte llegó en el 81' con la firma de Adrián Embarba, decidido a colgar una galería de goles, acciones de alto impacto y una hoja de servicios espectacular. Una genialidad más del capitán. Otra 'embarbaridad' para el recuerdo. Un lanzamiento de falta perfecto puesto que, acariciando la pelota dentro de la corona del área, salvaba la barrera amarilla y caía elegante cerca de la escuadra de Aznar. Siendo precisos, la acción empezó tres minutos antes con una recuperación de balón suya que le retrata. Un gol de bandera para cerrar la quinta victoria seguida del Almería en casa y, contando la Copa, el noveno partido y medio sin perder. Era septiembre cuando aquello y es mediados de noviembre con esto. Poca broma y mucha ilusión empieza a destilar un equipo con clara vocación ofensiva que, además está ofreciendo un rendimiento óptimo en la faceta defensiva.