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Primer Equipo

Un laboratorio de datos cuantitativos y cualitativos

Restan exactamente tres semanas para el estreno liguero y el staff usa cada métrica para avanzar por el buen camino. Dos amistosos más, a la vista

El Almería encara el tramo final de su concentración en Marbella conjugando entrenamientos y amistosos; después del intenso fin de semana en el que disputó sus dos primeros partidos de preparación, en el horizonte visualiza otras dos pruebas esta misma semana. De momento la única nota negativa de la pretemporada ha sido el percance que sufrió Bruno Iribarne en días anteriores y que próximamente conoceremos el alcance del mismo.

Todavía restan tres semanas exactas para el estreno de la temporada 25/26 (lunes, 18 de agosto) pero, si nos ceñimos al periodo de preparación puro y duro el asunto queda reducido a 14 días; el último periodo será previo a un partido de competición y las cargas y el tipo de trabajo será mucho más específico y particular. El caso es que el equipo de Rubi volverá este martes a acelerar en el apartado físico y táctico tras un entrenamiento de recuperación que este lunes ha tenido en La Quinta; una especie de mantenimiento tras los dos partidos consecutivos.

Estos amistosos han sido bastantes significativos a nivel interno. Son innumerables las métricas que manejan los técnicos. Cuantitativas y cualitativas. En la parcela estrictamente física dejan distancias totales y esfuerzos de alta y muy alta intensidad; el gps sitúa las coordenadas de cada jugador para saber en qué punto individual se encuentra y, por tanto, qué necesidades específicas puede requerir de aquí en adelante. Y no menos importante es el apartado futbolístico con un análisis grupal y particular de la evolución como equipo. Existen cortes de video de todo tipo sobre situaciones reales de juego que se han producido tanto frente al Málaga CF como ante el Al-Jazzira Club que son muy valiosos para el staff. No nos referimos exclusivamente a los highlighs de los partidos sino, también, a la altura en la que se sitúan los centrales, la profundidad de los jugadores de banda o, por ejemplo, los movimientos de los atacantes para encontrar debilidades en el rival. En resumen, la interiorización de los mecanismos defensivos y ofensivos para competir. 

Todo ello es analizado pormenorizadamente. Los técnicos tratan de tener ojo clínico para aplicar el medicamento más adecuado y favorable. Y posteriormente culminar el proceso en la etapa más importante: transmitírselo de forma simple al jugador.

En los próximos días seguirán llegando datos al laboratorio. Este jueves, con el punto y final de la concentración y el amistoso ante el Marbella FC (9:30 horas) y el domingo con la cita ante el Águilas FC en El Rubial (19:30 horas). Y la extraordinaria maquinaria los interpretará y los pondrá al servicio de uno de los mandamientos de la pretemporada: el equipo.

Rubi vigilando cada palmo del terreno de juego durante el entrenamiento
Lázaro realizando ejercicios de fuerza en el gimnasio de La Quinta
Jesús López ayudando a Andrés Fernández en una tarea específica de los porteros
Álex Muñoz completando la sesión de activación previa al entrenamiento