La sentencia del TJUE no avala la Superliga Europea
Las conclusiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea aseguran que “una competición como la del proyecto de la Superliga no debe ser necesariamente autorizada”
LALIGA destaca que la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) no avala la Superliga Europea y que la UEFA ya recogió en 2022 una modificación de su normativa para la autorización de nuevas competiciones, que se adapta a lo que ahora está dictaminando el TJUE.
Aunque los promotores de la Superliga aseguran que esta sentencia les da la razón, la realidad es que el TJUE ha sido claro al afirmar que “una competición como la del proyecto de la Superliga no debe ser necesariamente autorizada. Al habérsele planteado cuestiones de carácter general acerca de las normas de la FIFA y de la UEFA, el Tribunal de Justicia no se pronuncia, en su sentencia, sobre este proyecto específico”.
LALIGA, única liga personada en el procedimiento, celebra estas palabras que coinciden con la posición formal expresada por 23 gobiernos nacionales de la UE y del EEE, una cifra sin precedentes, que se unieron a la comunidad futbolística y deportiva en general para defender la pirámide del fútbol frente a modelos secesionistas como el que representa la llamada Superliga Europea.
La esencia de esta sentencia coincide además con las conclusiones del Abogado General del TJUE de diciembre de 2022, que ya decía que "si bien la European Super League Company tiene libertad para crear su propia competición de fútbol independiente, fuera del ecosistema de UEFA o FIFA, no puede, además de crear esa competición, continuar participando en las competiciones de fútbol organizadas por la FIFA y la UEFA sin la autorización previa de esas federaciones".
“La sentencia viene a confirmar lo que siempre hemos dicho: cualquiera puede organizar competiciones fuera del entorno UEFA y FIFA, eso no se puede prohibir, y nadie lo ha puesto en duda. La cuestión judicial son las condiciones de estas competiciones para estar bajo el ecosistema de UEFA y FIFA, es decir, que debe haber una normativa transparente, clara y objetiva para la aprobación de nuevas competiciones. Ya en 2022 UEFA estableció un procedimiento para autorizar nuevas competiciones a las que puede acudir la Superliga Europea o cualquier otra competición”, detalló Javier Tebas, presidente de LALIGA.
Al margen de esta sentencia, ya todo el ecosistema del fútbol, incluyendo aficionados, jugadores, entrenadores, ligas, federaciones o clubes han hablado alto y claro para decir que no desean un modelo que perpetúa la participación de unos pocos privilegiados, restringiendo la cima del fútbol europeo a una élite, en lugar de un deporte abierto para todos. La creación de una liga diseñada para enriquecer a los clubes más ricos y concentrar el poder en un pequeño número de equipos privilegiados, también provocaría la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo y reduciría drásticamente los ingresos fiscales de las arcas públicas de todo el continente.
En este sentido, según el informe pericial elaborado por KPMG, solo en España un proyecto como la Superliga Europea provocaría la pérdida de un 55% de los ingresos globales de LALIGA y los Clubes y pondría en riesgo una industria que genera más de 194.000 empleos y 8.390M€ en impuestos al año, lo que supone un 1,44% del PIB. El propio Parlamento Europeo aprobó un informe que abogaba “por un modelo europeo del deporte que reconozca la necesidad de un compromiso sólido con la integración de los principios de solidaridad, sostenibilidad, inclusión, competencia abierta, mérito deportivo y equidad, y, en consecuencia, se opone firmemente a las competiciones escindidas que socavan estos principios y ponen en peligro la estabilidad del ecosistema deportivo en general”.
Por todo ello, aun habiendo quedado clara la posición de aficionados, clubes, ligas, jugadores, federaciones, el Parlamento Europeo, los Gobiernos de la UE y ahora el TJUE, para reforzar y garantizar la defensa del ecosistema del fútbol europeo, sus puestos de trabajo, su aportación a la economía, etc., pedimos a la Comisión Europea que active los mecanismos necesarios para introducir medidas legislativas que protejan al fútbol europeo de futuros ataques similares.
Es fundamental seguir colaborando estrechamente con las federaciones nacionales, las ligas, los clubes, los aficionados, los jugadores, entrenadores, instituciones de la UE, los gobiernos y otras partes interesadas para nutrir el desarrollo del fútbol, fomentar el crecimiento y preservar los valores fundamentales que han hecho del fútbol europeo la historia de éxito rotundo que es hoy.