Aparece la "explosividad" en Marbella
La pretemporada va cubriendo distintas fases y ha llegado el turno de acelerar en la parcela física. Otra doble ración para el batallón rojiblanco
El periodo estival tiene muchos apellidos en función del deporte que se practique; en fútbol se llama pretemporada y, en ciclismo, se denomina Tour de Francia. Al igual que en esta jornada se disputa la etapa reina en la carrera francesa, con tres puertos míticos de los Alpes y el extremo final en el Col de la Loze, el Almería ha coronado su Madeleine particular con otra doble sesión de trabajo. Tres de tres, desde el martes. Y el staff técnico ha dado una vuelta de tuerca buscando explosividad en las tareas de este jueves.
Es la tercera jornada en La Quinta y el día número once en el cuaderno de Bitácora de este periodo de preparación. Las piernas ya han acumulado suficiente trabajo en forma de resistencia para exigirles un paso más. La plantilla ha cubierto distintos circuitos con finalización de jugada en la que Rubi ha insistido en apretar con fuerza, y tareas específicas para generar chispa en sprints y distancias medias. El gps empieza a recalentarse. Las gargantas de los 'profes' se quiebran. Toca sufrir por el día para dormir rendidos por la noche. El motor tiene que sonar fino en menos de un mes y se le está poniendo a prueba.
Los dos primeros amistosos son inminentes este fin de semana. Se acercan por tanto las primeras prácticas de campo donde el alumno empezará a aplicar los conceptos teóricos que se han ido sembrando estos días. Y por eso este jueves ha culminado la parte más dura del trabajo físico de la semana. Aunque el entrenamiento sordo continúa a destajo. Son numerosas las charlas individuales y grupales a todas horas en una concentración viva donde siempre hay alguien de guardia; se trata de asentar lo de hoy y/o preparar lo de mañana.