0-1: Para sentirse orgullosos del equipo
El Almería lo tiene todo en contra, pero se entrega al máximo y cuenta con opciones de puntuar frente al Cartagena. Lazo, lesionado, otra baja
Si hay una palabra que se ajusta a la perfección al partido disputado por la UD Almería frente al Cartagena esa es orgullo. El conjunto rojiblanco sufrió una derrota injusta dentro de una jornada en la que tuvo todo en contra y que se acabó decidiendo por la mínima (0-1). Las numerosas bajas en la convocatoria fueron suplidas por casta y coraje de los efectivos disponibles hasta el punto de que los indálicos hicieron méritos más que de sobra como para haber sumado. Los futbolistas no se rindieron jamás, provocando en los asistentes al Estadio de los Juegos Mediterráneos un sentimiento de satisfacción por verles entregarse al máximo.
La principal duda en la previa de la jornada estaba en qué once podía poner en liza Rubi como consecuencia de la alta incidencia de la COVID-19, por un lado, lesiones y sanciones, por otro. Así pues, el técnico pudo contar con Fernando; Pozo, César de la Hoz, Iván Martos, Centelles, Robertone, Robles, Arnau, Portillo, Appiah y Fernando. Además, fue necesario el estreno en la convocatoria de hasta tres jugadores del filial —David Cuenca, Sylla y Gilbert—, que se sumaban a Raúl Caballero y Fuoli, más habituales en el trabajo del primer equipo.
Con esos argumentos, desde el inicio se vio claro que la UD Almería iba a intentarlo de todas las maneras para quedarse con el triunfo. Tanto sería así que, a los nueve minutos, Appiah, Lazo y Robertone ejecutaron una combinación a la perfección y se rozaba el gol. Fue entonces cuando el infortunio volvió a cebarse en contra de los almerienses, puesto que Lazo tendría que ser retirado en camilla. Corría el minuto 12 y el jugador natural de Sanlúcar de Barrameda sintió un fuerte dolor en un golpeo a portería. No pudo continuar y Akieme entró en su lugar.
Pese a las adversidades, el dominio del ataque seguía contando con mayor color rojiblanco, aunque, eso sí, sin tener un acierto total en el último pase. El merecimiento local para adelantarse estaba siendo evidente, pero, en el 38, Gastón Silva adelantó al Cartagena tras la ejecución de un saque de esquina. Con ese 0-1 se llegaba al descanso.
Fruto de que el electrónico estaba en contra, Rubi inició el segundo acto con la incorporación del canterano Raúl Caballero, lo que permitía acumular a futbolistas arriba y contar con la figura de un delantero ‘puro’ y la supresión del esquema en ‘falso 9’ que se estaba practicando hasta el momento.
Habría varios acercamientos indálicos durante esta parte, destacando un libre directo ejecutado por Robertone, que salió rozando el poste, y un intento de Arnau por encima del larguero. El Almería seguía tirando de orgullo y ambición y, en esas, Ramazani entró a la contienda —sustituyendo a Puigmal por lesión— y debutaba Carlos Gilbert, máximo goleador actual en la temporada del filial.
Seguirían viéndose llegadas al área de nuestros representantes, que, volcados en ataque, solo sufrieron en alguna contra del Cartagena en las que, sin embargo, no habría disparos sobre un inédito Fernando en el segundo acto. Así pues, Caballero se encontró con un defensa en un disparo desde el interior del área, Gilbert arrancó y recibiría una dura entrada cuando enfilaba portería —provocando la expulsión de un rival—, y el meta visitante se hacía con un chut de Ramazani.
La UD Almería hizo todo para rebelarse en contra de las adversidades y, aunque no le sirvió para puntuar, sí levantó un sentimiento de orgullo entre los aficionados que vivieron en el Estadio de los Juegos Mediterráneos el primer encuentro del año 2022 en el que la injusticia estuvo también en el electrónico, según lo visto sobre el rectángulo de juego.