Skip to main content
ES
Crónica

0-1: Victoria de líder en El Molinón

Partido muy trabajado y práctico que tiene su justa recompensa. Lazo marca en el último minuto

La UD Almería logró en El Molinón una de esas victorias que se pueden catalogar como ‘de líder’ porque los rojiblancos supieron ir trabajando cada instante del encuentro hasta desarrollar un juego práctico al que le llegaba su justa recompensa en el tramo final. Los rojiblancos fueron creciendo dentro de un duelo muy disputado ante el Sporting de Gijón y esto les permitió llegar mejor a la parte decisiva. Así pues, en el 93, Pozo y Sousa se asociaron y este último asistía a Lazo, que desataba la locura en el banquillo indálico por ganar por cuarta vez seguida, manteniendo también la primera posición.

Rubi introdujo novedades, una vez más, con respecto al anterior compromiso liguero. En este sentido, el entrenador, como ya había advertido en algunas declaraciones, dosificó a piezas de la plantilla, apostando en El Molinón por un once inicial formado por Fernando; Pozo, Carriço, Babic, Centelles; César de la Hoz, Samú Costa, Curro, Appiah, Portillo y Sadiq.

El Almería tuvo que sacudirse el gran arranque de la escuadra local. El Sporting de Gijón leyó mejor la entrada en el choque, permitiendo que se sintieran más cómodos y que se vieran algunas imprecisiones indálicas. Así pues, en el minuto 11, Fernando tuvo que aparecer en un mano a mano con Djuka. En esa acción tendría que retirarse Carriço lesionado, puesto que en su empeño por despejar sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo. Su hueco lo ocupó Chumi.

Fue conforme iba transcurriendo el duelo cuando se verían mejores sensaciones de nuestros representantes. En concreto, habría algunos acercamientos de los pupilos de Rubi e, incluso, un gol de Sadiq, que no subió al marcador porque el asistente decretó que el atacante nigeriano estaba en posición de fuera de juego.

A la altura de la media hora se equilibró el encuentro, permitiendo que ambos conjuntos tuvieran alternativas. La más claras de ese compás la disfrutarían los asturianos en un contragolpe que condujo Fran Villalba y al que Fernando le puso el freno con una buena mano en el golpeo del futbolista valenciano.

La segunda mitad, exceptuando una llegada local nada más retornar los futbolistas de los vestuarios, llegaría con un monologo rojiblanco. Es cierto que no tendría que intervenir con mérito el meta del Sporting de Gijón, pero las sensaciones que llegaban eran de que en cualquier momentos podía producirse una oportunidad importante. Y esta llegó, en el 58, cuando Curro se encontró con el palo en un golpeo desde la frontal del área.

Viendo que se estaban generando espacios, Rubi introdujo piernas de refresco sobre el rectángulo de juego, siendo Appiah —muy activo en la jornada y mostrándose muy incisivo por la banda— y Curro los que dejaban sus demarcaciones a Juanjo Nieto y Lazo. De este modo, por la entrada del lateral derecho, Alejandro Pozo pasaba a colocarse como extremo.

Se regresó a una fase en la que ninguno de los conjuntos terminaba de crear peligro, aunque con la UD Almería teniendo mayor presencia en las inmediaciones del área del rival y siendo superior. Buscando romper la igualada, el técnico almeriense sustituyó a Portillo y Sadiq para que Arnau y Dyego Sousa tuvieran la alternativa.

El partido estaba siendo disputado, pero nuestro equipo llegó mejor a los minutos decisivos y eso permitió obtener un premio justo. Tanto fue así que los rojiblancos darían un aviso en el 88 con una incorporación de Centelles en la que Mariño tenía que hacer una buena parada. Era la antesala de la demostración de que los rojiblancos creen hasta el final, certificándolo Lazo con la consecución del 0-1 al mandar a la red una buena jugada en la que se asociaron Pozo y Dyego Sousa, que asistía al de Sanlúcar de Barrameda.

Se conseguía así un triunfo de líder en El Molinón durante el desarrollo de una jornada en la que los almerienses fueron creciendo paulatinamente, haciendo una segunda mitad muy meritoria para mantener el liderato y añadir la cuarta victoria a una racha que se eleva a cuatro duelos.