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El Almería tiene que ganar al Valencia, que también se la juega, y esperar otros resultados

Los rojiblancos necesitan que no ganen, al menos, dos de estos equipos: Eibar, Granada y Deportivo

El Almería necesita ganar el próximo sábado, en la última jornada de Liga, al Valencia en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y esperar, además, que le beneficien otros resultado, ya que la derrota en Sevilla y los marcadores producidos este domingo han provocado que los rojiblancos no dependan de sí mismos en la lucha por la permanencia.

En este sentido es fundamental sumar los tres puntos contra los valencianistas, que también se la juegan en Almería. De hecho pueden alcanzar el tercer puesto si pierde el Atlético de Madrid en Granada, pero además, en caso de caer en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, podrían ceder al Sevilla el cuarto lugar que ahora ocupan y que clasifica para la Champions.

Como decíamos, al margen de vencer al Valencia, el Almería necesita que el Eibar, Granada y Deportivo, o dos de ellos, no ganen. Los eibarreses, ahora en zona de descenso junto a nuestros representantes, reciben el sábado al Córdoba, descendido hace ya varias jornadas. Los granadinos juegan en casa contra el Atletico de Madrid, al que un punto le es determinante para no tener que pasar por la previa de la Champions, y el Deportivo visita al flamante campeón de Liga, el FC Barcelona, en plena fiesta.

El Almería, ganando, podría superar o igualar a puntos con sus rivales más directos, Eibar, Granada y Deportivo. En caso de triples y cuádruples empates, los rojiblancos siempre saldrían beneficiados, y se quedarían en primera, excepción de quedarse con 35 puntos con Eibar y Deportivo. En este caso serían los gallegos los que salvarían.

El conjunto almeriense es penúltimo en la clasificación y tiene que adelantar a dos de los equipos citados anteriormente. Difícil y complicado, sobre todo al jugar contra un poderoso Valencia que vendrá a por todas, pero para nada imposible. La afición de Almería tiene que marcar el primer gol poniendo a rebosar el Estadio de los Juegos Mediterráneos.