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Crónica

3-3: El Almería le enseña al Villarreal el alma rojiblanca en un "partidazo"

El conjunto almeriense se adelantó en el marcador (1-0) y tras reaccionar el Villarreal (1-3), sacó la casta para empatar: ¡Espectacular!

El Almería de Fran Fernández volvió a demostrar que da igual quién juegue en el equipo y qué rival tenga delante porque en el Estadio de los Juegos Mediterráneos los adversarios tienen que sufrir mucho, muchísimo, para poder ganar. Y si no que se lo pregunten al Villarreal, todo un Primera División que está compitiendo en Europa, que acabó viendo cómo la eliminatoria de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey llegará igualada a la vuelta porque los rojiblancos sacaron su alma cuando estaban contra las cuerdas. Los rojiblancos se adelantaron en el marcador (1-0), pero la reacción del Villarreal le hizo situarse con 1-3. Parecía que todo estaba encarrilado, y sin embargo surgió un gran conjunto almeriense para empatar… e incluso para haberse llevado hasta la victoria.

El entrenador del Almería hizo lo que había anunciado e inició el encuentro con los menos habituales en la Liga y cuatro canteranos. Solo repetía uno con respecto al último partido de de Liga en Granada: Yan Eteki, que debe cumplir el domingo sanción por acumulación de cartulinas amarillas.

Lejos de notarse los cambios en la alineación, la UD Almería demostraría durante los noventa minutos que siempre que jueguen en casa son favoritos. Delante estaba un equipo muy a tener en cuenta, ya que el Villarreal, pese a no estar pasando por su mejor momento, es de los clubes destacados del fútbol español al competir por Europa, como decíamos.

La primera mitad tuvo un ligero dominio amarillo. Al cuarto de hora, Fernando se convirtió en héroe al detener un disparo a bocajarro  de Sansone. El atacante lo tenía todo a su favor, pero el cancerbero rojiblanco volvió a demostrar el gran nivel bajo los palos que lleva dentro.

Esta acción confirmó un buen arranque de los de Javi Calleja, al que habría que sumarle un remate de Santi Cazorla alto cuando estaba solo en el punto de penalti. Pero el Almería fue mejorando y también tuvo llegada y ocasiones por lo que ambos conjuntos habían protagonizado cuarenta y cinco minutos de alternativas en lo que a acercamientos se refiere.

Fue tras la reanudación cuando apareció el alma rojiblanca en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Los pupilos de Fran Fernández presionaron la salida de balón amarilla y empezaron a circular con mayor verticalidad. Como consecuencia de ello llegaría la acción que dio paso al 1-0. En cualquier caso la jugada tuvo un aspecto negativo: Pablo Caballero recibió un golpe en la cara y tuvo que salir en camilla al sufrir una posible fractura en el tabique nasal. Esa infracción acabó en un penalti que Chema transformaba para adelantar a la UD Almería.

Los locales querían más y obligaron al Villarreal a poner toda la artillería sobre el rectángulo de juego. Fue ahí cuando llegaron los mejores minutos amarillos que dieron paso a los goles. En el minuto 66, Santi Cazorla arrancó aplausos de la grada al meter el esférico en la escuadra desde la frontal (1-1).

El cuadro de Javi Calleja había dado un paso adelante, pero el Almería seguía atacando. En esas, dos contragolpes visitantes acabaron con un gol de Callejón en propia portería y un tanto de Chukwueze. Corría el minuto 83 y el choque se ponía cuesta arriba.

Sin embargo, quien pensara que la UD Almería se iba a dar por vencida estaba muy equivocado. La garra, la entrega y el orgullo se alinearon con el alma para ir conduciendo el partido al empate. En el minuto 85, Sekou —que entró por el lesionado Caballero— aprovechó la indecisión de Andrés Fernández en un balón aéreo para hacer de cabeza el 2-3. En la acción previa, Corpas remató al palo.

Era solo el principio. Los locales estaban entregados. Tres minutos después, Iván Martos se sumó al ataque, remató, pero el portero del Villarreal la mandó a córner.

El fútbol le debía una a los de Fran Fernández y así fue. Un balón colgado al área acabó con Sekou superando a todos por arriba y rematando, en el minuto 90, el esférico a gol. Era el 3-3 y todavía quedaban siete minutos, los decididos como descuento, por delante.

La prolongación tuvo a la UD Almería como protagonista, pero no fueron capaces de romper la defensa del Villarreal y el colegiado señaló el final con empate. Eso sí, la entrega final para levantar el marcador adverso derivó en que el Estadio de los Juegos Mediterráneos se entregara a su equipo, que ya piensa en la visita del Sporting el próximo domingo.