2-1: El Almería sale del descenso tras encadenar su mejor racha de la temporada
Gana al Tenerife y suman 7 de los últimos 9 puntos en juego. El equipo es difícil de superar y exhibe una contra que puede ser letal
El Almería ha logrado salir del descenso después de vencer por 2-1 al Tenerife y encadenar su mejor racha de la temporada al sumar siete de los últimos nueve puntos en juego, con los que ha dado un salto muy importante. No en vano ha escalado hasta cinco puestos en la clasificación. Los rojiblancos han demostrado que son un equipo muy difícil de superar y al mismo tiempo exhibe una contra que puede ser letal, si se está más acertado a la hora de culminar las jugadas.
El conjunto almeriense es rocoso, intenso, vertical, rápido, muy rápido, y no necesita tener la posesión sobre el rival para superarle. Todo lo contrario de lo que ocurría anteriormente… y encima logra los resultados apetecidos, sufriendo más o menos, o jugando mejor o peor, pero como lamentaba en rueda de prensa el entrenador del Tenerife, “lo que manda en el fútbol son los resultados”, y el Almería los está obteniendo con un fútbol práctico.
Lucas Alcaraz realizó algunos cambios, pocos, con relación a la jornada anterior. Recuperaba a Morcillo tras cumplir sanción y lo situaba en el centro de la defensa junto a Owona, mientras que Joaquín adelantaba su posición para formar el doble pivote con Rubén Alcaraz. Por lo demás, los mismos que en el Mini Estadi.
El encuentro tuvo un comienzo frenético porque en el minuto 10 René evitó el 0-1 al rechazar un remate de Longo, sólo, que se había aprovechado de un choque entre Motta y Owona, y en el 11 el Almería ponía el 1-0 en el marcador. El meta tinerfeño rechazaba un balón tras un duro disparo de Rubén Alcaraz, y Marco Motta, muy atento, mandaba la pelota al fondo de las mallas.
El Almería estaba muy bien plantado, juntando sus líneas y no dando opción al Tenerife. Además actuaba con intensidad, con anticipación y con velocidad, con mucha velocidad. Como consecuencia de ello pudo ampliar su ventaja en los minutos 23 y 25. En la primera de estas acciones Pozo, que hizo un “partidazo”, asistió a Juan Muñoz, que acaba de sustituir a Hicham por lesión, pero el sevillano no acertó a superar al portero rival. En la segunda, nueva contra llevada por Pozo, abrió hacia Motta, éste centró y Rubén Alcaraz cabeceó, muy forzado, alto; no vio que a su lado, en mejor posición estaba Juan Muñoz.
El Tenerife tenía la posesión, pero no dominaba por el buen trabajo de los rojiblancos. De todas formas a partir del minuto 25 si hubo ya dominio porque a nuestros representantes les costaba salir con la claridad anterior. En el 33, Longo, en un movimiento muy rápido dentro del área, se quedó de nuevo solo ante René, y éste se volvió a exhibir. Con 1-0 se llegaba al ecuador de la confrontación.
Si Lucas Alcaraz se vio obligado a hacer un cambio en el minuto 17 por lesión de Hicham, tenía que hacer otro en el descanso tras un golpe que recibió Owona. Trujillo le sustituía. En este segundo período de nuevo hubo alternativas para unos y otros con un guión semejante. Más balón del Tenerife, y buen trabajo, intensidad y contras del Almería.
En el 59 René volvió a ser clave al rechazar en el segundo palo un cabezazo de Aveldaño tras el lanzamiento de una falta lateral. Diez minutos después, en el 69, el Almería ponía el 2-0 en el marcador. Rubén Alcaraz, que estuvo pletórico también, se hacía un balón en la medular, pasaba en largo sobre Pozo y este mandaba dentro del área para que Juan Muñoz marcar. Contra letal.
Los rojiblancos no se pudieron tomar un respiro porque el minuto 71, Juan Carlos, en una acción personal, reducía diferencias con un lanzamiento imposible para René. Aunque el Tenerife tenía la pelota, daba más sensación de peligro que disponer de ocasiones verdaderamente claras de gol, al margen de las reseñadas. Quizá algunas imprecisiones atrás del Almería por los nervios, motivaban esa sensación.
Pero era el conjunto de Lucas Alcaraz el que de nuevo podía hacer gol y aumentar las diferencias. Jugadón de Pozo en el 77. Robó un balón en defensa y se fue hasta el área contraria con velocidad, calidad y desbordando a los adversarios; asistió a Juan Muñoz, y éste se topó con el portero. Lástima porque al margen de haber podido ser el tanto de la tranquilidad definitiva, el gol hubiera sido para enmarcarlo. Al final, tres puntos, siete de los últimos nueve, y fuera del descenso, que es lo que cuenta.