1-2: Otra gran oportunidad perdida, y van...
El Almería se adelanta en el marcador, perdona y lo acaba pagando. Pudo dormir en ascenso directo. La derrota, en el 92 y jugando con 10
La UD Almería perdió otra gran oportunidad de meterse en el ascenso directo tras la derrota sufrida ante el Tenerife. Los almerienses iniciaron bien el duelo, llegando a adelantarse en el marcador, pero perdonaron el posible 2-0 y lo acabaron penalizando con el empate posterior. En la recta final, con los locales teniendo ocasiones, el árbitro expulsó a Balliu y esto supondría un desajuste que derivaría en el 1-2 definitivo. De esta manera, los rojiblancos siguen la línea de los equipos de arriba, que también se están dejando puntos.
De nuevo, el encuentro comenzó con novedades en el once inicial. Dado el corto espacio de tiempo entre partidos, el cuerpo técnico decidió introducir a Petrovic, Fran Villalba —que destacaron ante el Sporting de Gijón— y Jonathan Silva como novedades principales. Además, Juan Ibiza sería el defensor encargado de ocupar la ausencia de David Costas, lesionado en la recta final del anterior compromiso liguero.
La UD Almería se presentó en el Estadio de los Juegos Mediterráneos muy mentalizada de la importancia de los tres puntos. De hecho, la mejor muestra de esta apreciación fue que nuestros representantes solo necesitaron seis minutos para adelantarse en el marcador. En la acción del 1-0, José Carlos Lazo recuperó el esférico en el centro del campo y dio un pase a la carrera de Darwin Núñez, que definió con fuerza en el mano a mano.
El Tenerife pasaría entonces por unos minutos en los que protagonizó varios acercamientos. No obstante, el planteamiento defensivo almeriense estaba ordenado y permitió que Fernando no tuviera que sufrir en exceso y que los locales dispusieran de sus opciones con salidas rápidas de los hombres de arriba.
Los contragolpes rojiblancos estaban poniendo contra las cuerdas a los tinerfeños. Pese a que los pupilos de Rubén Baraja tuvieron una fase del primer periodo en el que controlaron el esférico, las carreras almerienses derivaron en ocasiones de gol. Tanto fue así que, en el minuto 32, Darwin Núñez robó en una presión alta, se la cedió a Lazo, pero el disparo se fue por encima del larguero.
Tras esta gran acción del Almería, el marcador se igualaría, puesto que el árbitro pitó un penalti a favor del Tenerife por mano de Fran Villalba. El encargado de colocar el 1-1 en el marcador seria Luis Milla con un disparo a media altura, que Fernando estuvo a punto de detener. Además del gol encajado también se produjo un cambio obligado en los rojiblancos porque Jonathan Silva sintió molestias y dejó su lugar a Iván Martos.
En la recta final del primer periodo se produjeron diversas alternativas para ambos equipos. En una de las oportunidades almerienses sería Corpas quien haría una gran jugada por la banda derecha antes de centrar y que el remate de Fran Villalba se encontrara con Ortolá. Así pues, con 1-1 se llegó al descanso.
Tras la reanudación, aunque hubo un tiempo de tanteo, el duelo entró en una nueva fase en la que los dos conjuntos intentaban hacer daño. Los locales seguían intentando proponer, mientras que los visitantes volvieron al planteamiento anterior y sí buscaban más posiciones ofensivas. En esas, Darwin envió la pelota fuera en una nueva llegada almeriense.
Con el paso de los minutos, eran los rojiblancos quienes dominaban casi por completo su presencia en las inmediaciones del área. El fútbol de la UD Almería estaba obligando al Tenerife a recular y esperar su oportunidad, a la vez que se sucedían las llegadas locales. Digan de destacar fue la que se produjo en el minuto 80 en la que Villalba se encontró con Ortolá tras una buena jugada combinativa.
Estaba siendo un asedio de nuestros representantes, pero todo se diluyó en la recta final. En concreto, fueron dos acciones claves en el marcador final. En la primera de ellas, el árbitro expulsó con roja directa a Balliu tras una revisión del VAR y, en el minuto 92, ese desajuste se acababa pagado con Barmejo superando a Fernando y la llegada del 1-2.
El pitido final dejó imágenes de abatimiento en los futbolistas del Almería. De hecho, algunos de ellos se marcharon del terreno de juego con lágrimas en los ojos, consciente de la gran oportunidad que se había escapado.