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Crónica

1-0: El Almería cae con las “botas puestas” en Vallecas

El conjunto almeriense vuelve a competir con once, con diez y hasta con nueve tras las expulsiones de Morcillo y Pozo. El esfuerzo no tuvo premio

El Almería sufrió la segunda derrota consecutiva en la Liga, pero al contrario que contra el Huesca, en Vallecas sin compitió, y lo hizo jugando con once, con diez y hasta con nueve debido a las expulsiones de Morcillo, en el 44, y de Pozo, en el 83, cuando mejor estaba el conjunto almeriense sobre el campo. Sin embargo la entrega y el esfuerzo no tuvieron recompensa y ahora el equipo está obligado a ganar el domingo al Valladolid para no meterse en problemas.

Luis Miguel Ramis había adelantado en las vísperas del partido que podría introducir cambios en el equipo buscando mayor competitividad y también por el hecho de tener dos encuentros en apenas tres días. En este sentido el técnico volvió a apostar por Owona en el centro de la zaga junto a Morcillo, que reaparecía tras cumplir sanción; en las bandas actuaban Nauzet Alemán y Pervis Estupiñán, y como delantero Pablo Caballero. Además Mandi y Verza hacían el doble pivote, y en la media punta se situaba Pozo. Un once con el que los rojiblancos –de azul en Vallecas- querían recuperar las buenas sensaciones ante un rival de máxima exigencia y en un campo que apretaba mucho.

También lo hacía el Rayo, como de igual forma lo destacaba Ramis en la rueda de prensa previa, pero el Almería le igualó en intensidad y en agresividad, y como consecuencia de ello se sucedieron las alternativas y hubo intercambio de golpes. Eso sí con algo más de peligro por parte local, y sobre todo por medio de Embarba, aunque René estuvo brillante en dos intervenciones, concretamente en los minutos 11 y 16.

En cualquier caso nuestros representantes estaban sobrios en el terreno de juego, defendían bien y con balón mostraban criterio. En el 20, tras una larga jugada de toque, Mandi mandaba por encima del larguero y en el 22 Caballero lo intentaba desde la frontal del área marchándose la pelota pegada al palo. A pesar de todo, el Almería debía tener cuidado con algunas pérdidas de balón, porque su adversario lo aprovechaba para salir con velocidad e inquietar, como ocurrió en el 35 en la más clara oportunidad del Rayo. Menos mal que Oscar Trejo, sólo delante de René, mandó alto. Las cosas se complicaban y en el 44 era expulsado Morcillo con roja directa por derriba a Oscar Trejo, que se iba sólo ante la meta de René.

Con 0-0 se llegaba al descanso, un marcador que reflejaba la igualdad que hubo, con la excepción de los últimos minutos y las acciones reseñadas, que ponían muy cuesta arriba el encuentro de cara a la segunda parte.

De salida en el segundo período Ramis puso en liza a Joaquín, en sustitución Nauzet Alemán. El almeriense se situaba en el centro de la defensa. Tocaba sufrir y trabajar mucho, muchísimo, porque se afrontaban los últimos cuarenta y cinco minutos en inferioridad numérica.

El balón y el control pasó a ser del Rayo Vallecano, que a los ocho minutos de la reanudación se adelantaba en el marcador a la salida de un córner. Más problemas para el Almería que buscaba hacerse fuerte atrás e intentar sorprender a la contra ante un adversario crecido y alentado por su afición.

En el 57 Ramis hacía un nuevo cambio; Rubén Alcaraz por Pervis para dar mayor consistencia a la medular. El conjunto almeriense con garra, agresividad y amor propio cortó el ímpetu del Rayo, aunque los vallecanos seguían mandando. De todas formas no había asedio y esta circunstancia otorgaba opciones a la UD Almería, que pasó a tener la posesión y a buscar el empate. Nuestros representantes estaban ofreciendo una buena imagen con uno menos sobre el campo. El desgaste y el esfuerzo era digno de destacar y elogiar. Pozo, en el 80, tuvo una clara ocasión.

Luis Miguel Ramis arriesgaba todavía más sustituyendo a Fran por Fidel porque venía que su equipo podía ante un Rayo ya atemorizado. Sin embargo, poco después, en el 83, cuando quizá mejor estaba el equipo, Pozo veía la segunda tarjeta amarilla, muy rigurosa, y el Almería se quedaba con nueve. A pesar de ello los almerienses lo siguieron intentando, pero sin tener recompensa. La situación ya se había complicado en exceso.